Crítica literaria: Tropas del espacio, de Robert A. Heinlein.

Robert A. Heinlein es uno de los autores más reconocido en el género de la ciencia-ficción y, seguramente, la novela Tropas del espacio, escrita en el año 1959, es una de las más representativas y conocidas de su carrera. Una obra que, además, ha generado un debate, o mejor dicho, varios debates sobre las ideas que aporta y que defiende sobre la sociedad del futuro, entre las que destacan la organización política, la guerra, la pena de muerte, la delincuencia juvenil, el racismo… Aún así, antes de poder opinar sobre ella hemos de conocer su argumento.

Tropas del espacio es una novela que trata de la vida de un recluta, John «Johnnie» Rico, que en un futuro no muy lejano se enrola en el ejercito en un mundo que ha evolucionado en el plano político de una forma diferente al nuestro, un mundo en el que el poder y la autoridad militar se ha impuesto en la política y en la sociedad de la Tierra y en el que un gran conflicto interplanetario, dirigido contra una especie de seres arácnidos, ha llevado a los terrícolas ha iniciar una guerra de la que dependerá la existencia de una de las dos especies. El recluta Rico iniciará, así, una carrera militar que nos permitirá conocer como ha evolucionado la vida en la Tierra desde la gran crisis política y social que asoló el planeta a finales del siglo XX y como “lo militar” se ha impuesto en todos los ámbitos de la vida. A través de su experiencia castrense también conoceremos el avance de la guerra y los esfuerzos bélicos que emprenderá la Tierra para luchar contra la amenaza arácnida.

Heinlein escribió una novela no exenta de polémica en la forma de redactarla y en las ideas que expresaba a través de ellas. Una de las principales acusaciones fue el que la novela pareciera un “mero panfleto pro-militarista” en el cual a través de las vivencias y las opiniones del soldado Rico el autor mostraba sus propias ideas socio-políticas de las que la disciplina, la autoridad (militar) y el castigo (físico) formaban parte. Lo primero que tendríamos que tener en cuenta es que todos, o casi todos, los escritores expresan sus ideas a través de sus escritos. Lo extraño sería que no nos las mostraran o mostraran las de otros. Heinlein dibuja una sociedad militarizada en el que la ciudadanía solo es poseída por aquellos que han cumplido un servicio militar mínimo y en la que la autoridad militar se ha impuesto a la política y a la sociedad del momento. Un panorama que en un principio puede parecer terroríficamente “fascista” aunque no lo es, al menos, el mostrado en la novela de Heinlein. No es fascista aunque si militarista. Evidentemente las vivencias narradas por Rico se enmarcan en un mundo militarizado, y no podría ser otro ya que es un militar, aunque Heinlein no dedica tanto tiempo a hablar sobre la sociedad civil, aquella que también existe pero que no le interesa, al menos para su novela.

Heinlein inventa un mundo en el futuro donde la autoridad y la disciplina dominan amplias facetas de la vida, una reacción, es de suponer, a la falta de disciplina y autoridad que ya desde su época, y no digamos nada de la actual, amenazan a amplios sectores de la sociedad y donde la inseguridad, el incivismo, la inmoralidad y la falta de respeto copan una parte importante de las noticias que a diario vemos, leemos y oímos a través de los medios de comunicación.

Robert A. Heinlein, el autor.

Por otra parte, al no ser el centro de interés de Heinlein, la novela muestra más sombras que luces sobre la real organización civil de la sociedad del futuro, que existe y en la que existe la libertad, y que solo conoceremos a través de breves pinceladas. A lo que si que se dedica el autor es a discutir sobre el camino histórico a través del cual, y partiendo desde mediados del siglo XX, ha llevado a la Tierra, o a gran parte de ella, a organizarse política y socialmente en el futuro de la forma en que se organiza. Son absolutamente deliciosos dos de los capítulos que Heinlein dedica a hablar sobre esta evolución histórica, que enmarca en dos debates estudiantiles en los que veteranos del ejército se dedican a desmenuzar “el meollo” del asunto. A mi gusto personal, ambos capítulos elevan, con mucho el nivel de la obra, al mostrarnos la mentalidad de Heinlein y la visión que tenía de la vida en el momento de redacción de la novela, finales de los años 50 del siglo XX, y en la que, como no podía ser de otra forma, son palpables su educación militar y su apego al ejército norteamericano, en el cual sirvió, aunque como civil, durante la Segunda Guerra Mundial.

No nos detendremos a analizar aquí el resto de las críticas de la que fue objeto la obra: fascismo, utopianismo, apología del castigo físico o racismo entre otras, sino que hablaremos un poco de la trama y de los personajes.

La novela es una pequeña decepción en el sentido de que parece más el diario de un soldado que una obra de ciencia-ficción. E incluso parece más el diario de un recluta que el de un soldado en activo. La trama bélica de la novela se centra más en el aprendizaje del soldado Rico que en la actividad bélica del mismo. Esto también nos hace temer que el interés de Heinlein estaba más en mostrarnos la organización militar de la vida en el futuro, en la que todo pasa por la entrega total del individuo al grupo y del soldado a su unidad, que en el enfrentamiento militar entre arácnidos y humanos. Este último conflicto aunque aparece, ocupa un lugar, diría yo, secundario, hecho que resta puntos a la novela. Además la información sobre la organización arácnida es muy limitada, lo que no permite al lector hacerse una idea certera de quienes son los enemigos de la humanidad y como actúan. La única idea que uno se puede hacer es la semblanza política y social de los arácnidos con uno de los enemigos más implacables de los EE.UU. del momento, la Rusia Comunista, ya que los “chinches” son descritos como animales de colmena, en la que una mínima clase directora, reinas y cerebros, dirige a una masa de temibles soldados y, mucho más inquietante, a una masa de obreros indefensos que de tanto en tanto sirven como carnaza para cebo en las operaciones militares arácnidas. Una muy subjetiva descripción del régimen comunista.

En su aspecto más militar la novela tiene mucho en común con otras novelas e incluso películas que nos hablan del reclutamiento militar durante la Segunda Guerra Mundial o la Guerra del Vietnam, y a lo largo de amplias secciones del libro uno no podría, casi, reconocer la obra como una novela de ciencia-ficción, a no ser por la presencia de un exoesqueleto militar que permite a la infantería móvil actuar en otros planetas tal y como actúa, una obra de ingeniería militar que convierte a los soldados en autenticas máquinas de matar y en armas de destrucción masiva.

Carátula del film Las brigadas del espacio, adaptación de la novela de Heinlein.

También es verdad que a nivel de los personajes no se observa a lo largo de la novela una evolución anímica o espiritual. Lo personajes no cambian, no crecen, tan solo actúan y asienten, posiblemente un efecto de tanta disciplina y autoridad, y poco es lo que conocemos del soldado Rico y del resto de los protagonistas secundarios (a veces muy secundarios). Tampoco está presente en la novela el aspecto emocional que acompaña siempre a cualquier persona, o a la mayoría de ellas, lo que le acarreó también a Heinlein, muchas críticas sobre su novela, considerada un panfleto de reclutamiento militarista y una obra exenta de carisma.

Aún así, Tropas del espacio obtuvo el premio Hugo (Heinlein obtuvo este galardón en cuatro ocasiones: Estrella doble (1956), Tropas del espacio (1960), Forastero en tierra extraña (1962) y La Luna es una cruel amante (1967)), y es una de las obras más representativas del autor que nos introduce en un futuro donde la libertad ha dejado paso a otros valores como la disciplina, el poder, la responsabilidad, la virtud o la autoridad y donde la raza humana, con sus aciertos y con sus fracasos, se enfrenta a una amenaza alienígena de la que solo la lectura de la novela nos podrá desvelar cual será su desenlace final, o no…

Título: Tropas del espacio
Autor: Robert A. Heinlein
Traducción: Amparo García Burgos
Editorial: Ediciones Martínez Roca, S.A.
Colección: Super Ficción Segunda Época nº201
Páginas: 242
ISBN: 84-270-1375-2
Dep. Legal: B-37.114-1989
Encuadernación en rústica

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Escrito por: Jorge Pisa Sánchez

2 comentarios en “Crítica literaria: Tropas del espacio, de Robert A. Heinlein.”

  1. Inaguantable. De verdad no sé cómo me dejé embaucar por ciertas críticas y comentarios que hablaban de la «genialidad» de este panfleto llamado «Tropas del Espacio».

    Empiezo por el protagonista. En pocas palabras: no se puede ser más tonto y más fácilmente manejable que el soldado Rico. ¿Cómo se puede esperar que el lector empatice con un protagonista que no sólo ni siente ni padece sino que además es mentalmente más plano que un caracol? Estamos ante alguien que no cuestiona ABSOLUTAMENTE NADA de lo que dicen/ordenan sus superiores, hasta el punto de, por poner un ejemplo, llegar a cambiar su intención de renunciar al servicio militar por querer seguir dentro sólo por el hecho de recibir una carta de un antiguo (y estomagante) profesor de filosofía. Surrealista.

    Después está esa manía de Heinlein de restregarte en cada párrafo que escribe sus ideas pro-militaristas. Efectivamente, es inevitable que un autor refleje sus opiniones o ideales en su obra, pero no hasta el punto de sacrificar una historia en condiciones en pos de intentar disfrazar una y otra vez sus opiniones de infumables y aburridas historias de entrenamiento militar.

    El contexto de la obra hubiera dado para MUCHÍSIMO más. Conforme vas leyendo vas cayendo en la cuenta de que se le podía haber sacado mucho más jugo a las circunstancias de la Tierra y haber escrito una novela de ciencia ficción en condiciones, pero en lugar de eso, el autor prefiere no centrarse en temas que podrían haber sido interesantes de detallar (como la organización socio-política de la Tierra) para, en su lugar, volver una y otra vez a intentar justificar el papel de la violencia como instrumento de contención social o la importancia del ejército.

    En fin, en pocas palabras, si quieres leer 242 páginas de aburrida propaganda disfrazada, este es tu libro. Si no es así, mejor busca otra alternativa.

    1. Hola Uren,
      Una potente crítica la tuya basada en una de las acusaciones más habituales de la obra de Heinlein: su implacable militarismo!!
      Siento que no te gustará la novela!!
      Un saludo,
      Jorge

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